Según Farmatodo, «el retinol es un componente derivado de la Vitamina A, que puede ser soluble en grasas o aceites, usado como un producto cosmético para las arrugas, las manchas, las marcas de sol y otros efectos del envejecimiento natural del cuerpo», además aseguran que «sirve para tratamientos en la piel, es de venta libre y puede usarse de manera regular en el hogar». ¿Pero, qué sucede si hay exceso de él?
Es importante saber que esta sustancia es comercializada en varias marcas y presentaciones alrededor del mundo, desde sérums, hasta cremas o tónicos, con variadas posologías.
¿Qué le pasa a la piel cuando abusan del retinol?
“Depende de la sensibilidad de esta, así como de la concentración y frecuencia con que se haya usado, puede aparecer enrojecimiento, hinchazón, sequedad, pelado y sensación de quemazón”, sostienen varios sites dermatológicos.
Para entrar en mayores detalles, el uso de este componente será medido a partir de la edad del paciente, por ejemplo, “en general establecemos que una piel de más de 30 años podría usar retinol con una frecuencia de 3 veces por semana; una piel de más 40, 4 veces por semana, y una piel de más de 50 podría usarlo a diario. Pero estos parámetros vienen determinados por los efectos antiedad que esperamos del producto; después habrá que ver personalizar las pautas”, dice la web de Oxigeno, un centro clínico español, especializado en dermatología.
Así mismo, los expertos indican que para ello, la piel debe acostumbrarse, es decir, debe haber un proceso de adaptación. “Se comienza con un cosmético con mayor concentración de este activo, pero volviendo a la frecuencia inicial de 1 o 2 veces por semana”. De esta manera se va ‘entrenando’ a la piel a regenerarse hasta alcanzar la máxima concentración permitida».
No autoindicarse
De acuerdo a la web experta, los pacientes no deben aplicarse el tratamiento co0n retinol sin antes acudir a un dermatólogo. “Es muy importante que un profesional establezca una escalera de intensidades porque no es recomendable comenzar a usar retinol con la concentración máxima permitida del 0,3%”.
También es necesario medir los tipos de productos. “Lo ideal sería iniciarse con un producto de base oleosa muy suave y progresivamente ir intensificando la concentración si la piel lo tolera sin enrojecerse o pelarse”.
La dosis diaria perfecta…
Aunque los médicos no detallan que haya una cantidad precisa para aplicarse en la cara o parte del cuerpo que lo amerite, sugieren que una media en ese sentido, sería lo equivalente a un grano de guisante o caraota. Debe frotarse sobre la piel con movimientos circulares o, si se trata de una lesión o mancha localizada, la técnica debe ser la de punteo.
Así mismo, advierten que se debe evitar el contacto en zonas sensibles como el contorno de ojos, labios y fosas nasales. El promedio máximo de mantenerlo en la cara debe ser de entre cinco y 10 minutos, para posteriormente lavarlo.
Si existen quemaduras, que en este caso serían de primer grado, el retinol debe suspenderse hasta recuperar el aspecto normal de la piel, pero, para una recuperación más eficaz, podrían utilizar «Cicalfate, Cicaplast, Cicabio, Neoviderm… durante unos días. También pueden usar el agua termal e ingredientes como cobre, zinc, pantenol, ácido hialurónico, glicerina, aceites minerales, escualeno, aceite de aguacate y betaglucanos repararán y calmarán», señalan los expertos.