Alexandra Meza ha desarrollado una intensa actividad como modelo y empresaria. Su andar por la pasarelas y sus poses frente al lente de importantes fotógrafos para campañas de reconocidas firmas y diseñadores le han convertido en referencia de la moda y la belleza desde Valencia para toda Venezuela. Sin embargo ha sido su trabajo como empresaria al frente de Anella Café lo que le ha permitido no solo consolidar su nombre sino poder adentrarse en una experiencia que le ha marcado, el involucrara en iniciativas y actividades de Responsabilidad Social. Junto al equipo de la Fundación “Casa Hogar Muchas Manos Bejuma”, ha llevado su pasión por la repostería y la cocina a niñas y chicas en situación de riesgo, iniciativa que ha llevado a cabo con distintas organizaciones a lo largo de los últimos años.
Para Meza Anella Cafe es mucho más que ese punto de encuentro de las celebridades que hoy por hoy es el moderno y colorido espacio valenciano. «Anella surge en el año 2020 en medio de la cuarentena, como respuesta a un momento en que intentamos mantenernos comiendo rico y saludable, teniendo como fuente de inspiración mi mayor tesoro: mi hija Antonella. Luego de ser un sueño de casa, se convirtió en un lugar con una vibra y ambiente muy único».
La empresaria desarrolló todo un concepto de comida saludable acompañada por un grupo de chefs, reposteros y asesores gastronómicos. El resultado incluye brownies a base de harina de almendras, sin azúcar refinada ni lácteos; pasta sin gluten con salsa blanca vegana; empanaditas de yuca; entre otras alternativas para una alimentación exquisita y libre de culpas. Justamente a través de este emprendimiento que le ha valido el reconocimiento de su ciudad, ha impulsado una serie de iniciativas que le han llevado a impartir microcursos de cocina saludable y repostería junto a varias organizaciones de ayuda social en todo el estado Carabobo.
“Es una labor que desempeñó desde hace años con diferentes fundaciones. En esta oportunidad nos trasladamos a Fundación Casa Hogar Muchas Manos Bejuma. Pudimos no solo llevarles alimentos sino impartirles cursos de repostería, darles tips de alimentación saludable y compartir con ellos todo un día de alegría, sabores y conocimiento”. Destaca Meza.